Inclusión
es una meta conjunta de toda la comunidad educativa, haciendo hincapié que
entendemos por escuela no sólo a los profesores y alumnos sino también a la
necesaria participación de la familia.
Tiene
que ser un objetivo dónde todas las etapas estén implicadas, formadas y
responsables del rol que tienen, empezando desde edades tempranas a educar en
valores.
No
podemos hablar de inclusión sin hablar de convivencia, la escuela como
formadora de ciudadanos, debe contribuir a una educación más respetuosa.
Implementar medidas, proyectos, contra la discriminación, trabajar la
tolerancia y favorecer espacios de diálogos.
“Combatirla
es un imperativo para las instituciones educativas. Y la discriminación se
combate, por supuesto, incorporando nuevos contenidos en los programas
educativos, pero también modificando los términos de la relación entre alumnos,
entre éstos y los docentes, entre éstos y los padres de familia, entre la
escuela y la comunidad, y también transformando el ambiente escolar y las
formas de gestión y dirección bajo principio de respeto y atención a la
diversidad”
(Torres Romero, J. 2009 p. 3)
Por ello apostamos por una educación inclusiva, según la UNESCO
en su documento conceptual define que “la inclusión se ve como el proceso de
identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes
a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las
comunidades, y reduciendo la exclusión en la educación. Involucra cambios y
modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con
una visión común que incluye a todos los niño/as del rango de edad apropiado y
la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos
los niño/as ¨
Como docentes debemos entender que el niño tiene características,
intereses, habilidades y necesidades de aprendizaje diferente, por ello es
importante trabajar la atención a la
diversidad individualizar y acompañar ese proceso con responsabilidad y
respeto.
Es decir, “la atención a la diversidad, entendida como un
enfoque educativo capaz de incluir y dar respuestas personalizadas a las
diferencias propias de cada discente. Por lo tanto, se demandan cambios
sustanciales en la planificación y desarrollo de los escenarios educativos,
donde la pluralidad sea el eje y principio inspirador de la organización del
currículum, del centro y del aula” (Arnaiz, 2012; Torres, 2008).
En la web “Educación inclusiva” desde un enfoque inclusivo se proponen
los siguientes cambios:
Se hacen diagnósticos de los estudiantes para su categorización y remediar el déficit
|
Se identifican las características de los estudiantes para definir los apoyos que requieren. Planeación Centrada en la persona.
|
Se enfoca en el estudiante
|
Se enfoca en la clase
|
Valoración por expertos
|
Solución de Problemas por Equipos Colaborativos
|
Programa especial para el estudiante definido
|
Estrategias para el profesor
|
Ubicación en un programa especial
|
Un aula que responde y es efectiva para todos sus estudiantes
|
En la etapa de educación infantil, la inclusión toma relevancia
ya que es el momento donde uno se desarrolla como persona, empieza a
desarrollar su identidad, a entender su entorno más cercano, y a sentirse parte
de él. Por ello, la comunicación, implicación y colaboración de la familia con
la escuela es la base, para construir entre todos un mundo mejor.
#Design
Thinking #ComEInAcciónMagistral
Mis
Stakeholders serán: docentes, tutores, auxiliares, familias, directivos,
agentes externos educativos, Inspección educativa, escuelas infantiles, ayuntamiento
, Consellería de Educación.
Bibliografía:
Arnaiz,
P. (2012). Escuelas eficaces e inclusivas: cómo favorecer su desarrollo.
Revista Educatio Siglo XXI, 30(1), 25-44.
Torres
Romero, J. (2009) La discriminación en la escuela, México, CONAPRED
Educación
inclusiva recuperado de: http://www.inclusioneducativa.org/ise.php?id=5
No hay comentarios:
Publicar un comentario